Sharp, Margery: Cluny Brown

 

No llevar  una vida tranquila sino plena

Publicada en 1944 y llevada luego al cine por Ernst Lubitsch, Cluny Brown es la historia de una joven huérfana londinense a quien su tío, tras haberse ocupado de ella durante años y desbordado ahora por sus extravagancias y carácter independiente, decide enviar como sirvienta a una casa de campo en Devonshire, a fin de de encauzar su comportamiento y hacerla ajustarse al canon establecido.

 Cluny comienza así a trabajar de doncella para los Carmel, prototipo de nobleza inglesa, anclada a la tradición, a las tierras y al pasado, ciega a los cambios sociales que avanzan sin tregua y a la amenaza de guerra que ya sobrevuela el país en ese año de 1938 en que transcurre la historia.

Sobre esos mimbres y pese al protagonismo absoluto de Cluny Brown, la autora, Margery Sharp (1905-1991), construye un relato coral donde alterna las voces de la familia, del personal a su servicio, de los invitados de la casa o las gentes del pueblo, para recrear un mundo y un ambiente british muy característico (muy reconocible también y muy próximo a historias como «Arriba y Abajo» o «Downton Abbey») en una ocurrente y divertida comedia de situación que confronta mentalidades y modos de vida cada vez más opuestos entre sí, para apuntar hacia un nuevo orden y mostrar el cambio de roles y el diferente papel que en él desempeñaría la mujer.

Repleta de enredos y marcada por un personaje muy original, inconformista, impulsivo, una mujer que se rebela contra su destino y sueña otra vida, es esta una historia elegante, atrevida y muy crítica respecto a ciertas hipocresías sociales, con una gran galería de secundarios, muy bien perfilados psicológicamente y delicadas descripciones de la campiña, de la mansión, de los jardines…, que salta de la ironía a la ternura o de la inocencia a la picardía, para dar forma a un retrato de época en clave de humor, optimista, ligero y muy ameno de leer.

La película, última que rodaría su director, capta magníficamente el espíritu de la novela pese a alguna que otra alteración de la trama argumental y dio a Jennifer Jones el óscar a la mejor interpretación femenina en el año 1947.

 Una comedia inteligente y sofisticada, repleta de diálogos ingeniosísimos y escenas trepidantes que, tras la amabilidad y la ligereza de su tono, plantea, igual que lo hace la historia original, temas tan profundos como la eterna reclusión de las mujeres en el ámbito de lo doméstico o las arbitrariedades generadas por la desigualdad social, nunca de forma explícita pero sí de modo evidente.

Muy significativa resulta, en ese sentido, la traducción que del título se hizo al castellano como «El pecado de Cluny Brown», acentuando así el reproche moral con que la sociedad de la época sancionaba cualquier aspiración de independencia por parte de la mujer.

Reseña publicada en el nº 9 (septiembre 2021) de la revista «Valencia Escribe».

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