
El mismo piso. De nuevo. Y ya eran tres los asaltos que aquel agosto había sufrido, algo ciertamente excesivo incluso para tal mes. Como siempre puerta de par en par, cajones desvalijados, libros por el suelo, nada, al parecer, que echar en falta. Un halo de misterio envolvía sin remedio a su inquilina. ¿Qué escondía aquella anciana y quién lo buscaba con tanta tenacidad? Desplomada en su sillón, rodeada de policías, ella temblaba, no de miedo sino de emoción. Debía acabar con semejante desatino ─lo sabía─ pero tanto le pesaba la soledad… Y tan divertida resultaba siempre su pequeña picardía…
Microrrelato finalista semanal el día 30 de septiembre de 2017 en el concurso «L’art d’escriure» del programa Wonderland de Radio 4 RNE.
