El espíritu del lago

 

Guarda el bosque una leyenda de soledades y melancolías, de amores contrariados y corazones rotos, de dolor y muerte, de llanto y desolación. Cuentan que, entre las cristalinas aguas del lago que al borde de la ladera brilla, incorpóreo como ellas, fugaz y transparente, un espíritu de mujer habita. Unos ojos verdes, embrujadores, misteriosos, muy bellos y tristísimos que, de cuando en cuando, entre esas aguas −las gentes del lugar dicen− se divisan. Unos ojos que una traición de amor lloran sin consuelo, que, esperanzados y pacientes, ingenuos e inocentes, al amparo de la noche y de sus sombras, bajo aquellas mágicas aguas argentinas, siempre brillantes, contra toda esperanza al traidor aún esperan, tal vez le amen todavía. Sólo a los llorosos sauces, a los álamos centenarios, a los frágiles juncos y dulces nenúfares, a la brisa suave y la espectral neblina, algunas noches claras de luna llena su secreto revelan, junto a ellos lloran su infeliz destino y, sólo a ellos, sin palabras, hablan de su herida.

 

 

 

Este relato resultó seleccionado entre los finalistas del «I Concurso Donbuk de relatos de fantasía y ciencia ficción» y aparece publicado en la Antología del concurso «La luz me hace daño». Diciembre 2017.

 

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