
Lo que realmente nos hace humanos es nuestra capacidad de sentir como propio el dolor de los demás.
Inspirada en el atentado islamista que en 2016 tuvo lugar en Estados Unidos, en un bar de Orlando, «La golondrina» (Teatro Olympia de Valencia), escrita por Guillem Clua y dirigida por Josep Mª Mestres, es una reflexión profunda en torno al dolor, al sufrimiento y a las consecuencias del odio. A través de la historia de Amelia, rígida profesora de canto rota por la muerte de un hijo y de Ramón, alumno que reclama su ayuda para, en homenaje a la madre fallecida, poder interpretar la nana que da nombre a la obra, el texto plantea en realidad temas tan hondos como la incomunicación, las relaciones familiares, el miedo, el duelo, la culpa, la vergüenza, la fragilidad del ser humano o el inmenso poder sanador que siempre tienen amor y perdón. El modo, al fin, en que afrontamos el dolor o la importancia del camino a elegir cuando lo impensable, casi lo imposible, sucede.
Repleta de giros argumentales, de secretos, de verdades y mentiras, es esta una obra delicada y muy emotiva, dolorosa pero también esperanzadora y pese a todo luminosa.
Gran texto, magníficamente interpretado por los dos actores que integran el reparto (Carmen Maura y Félix Gómez), con mucha naturalidad y contención, alejados ambos en todo momento de un dramatismo innecesario e incluso en ocasiones con algo de ironía y ciertos chispazos de humor.