London, Jack: La peste escarlata

 

Lo que estoy contando es la historia de la muerte escarlata

Ambientada en el año 2073, setenta años después de que una feroz epidemia arrasara la vida en el planeta, «La peste escarlata» es una novela tremendamente sorprendente por lo que parece tener de premonitoria leída en la actualidad.

James Smith, uno de los pocos supervivientes del desastre, rememora para sus nietos un mundo que ellos no conocieron. Una civilización extinta por una enfermedad que devolvió la Tierra a un estado primitivo, poblado apenas por unas cuatrocientas personas, agrupadas en pequeñas tribus, dedicadas a la caza y la recolección. La cultura, el arte, la ciencia, el saber acumulado durante veinte siglos de Historia… todo se ha perdido y el mundo ha regresado al punto de partida.

El hombre que fue en otros tiempos dueño del planeta, dueño de la tierra, el mar y el cielo, el hombre que fue un verdadero Dios ha vuelto a su primitivo estado de salvajismo y busca su subsistencia siguiendo los cursos del agua.

Único guardián de la memoria, Smith relata muchos años después el modo en que durante 2013, cuando él era un joven profesor en la universidad de San Francisco, un virus desconocido y sumamente contagioso comenzó a propagarse sin control, matando en pocas horas a quienes infectaba. Unas manchas rojas en la piel como primer signo, adormecimiento de las extremidades poco después y paro cardiaco final, era el proceso que seguían todos los casos. Científicos, médicos, policías… fueron los primeros en caer y, sin tiempo para encontrar la cura, con la epidemia extendiéndose a la velocidad del rayo, el ser humano quedó al borde de la desaparición.

A través de su protagonista, Jack London (1876-1916) recrea la caída de una civilización, el vandalismo, el miedo, la crueldad, el egoísmo a que conduce la lucha por la supervivencia. Pone de manifiesto la fragilidad de los cimientos sobre los que se asienta la sociedad, la facilidad con que estos se derrumban y la rapidez con que, en determinadas circunstancias, se deshumaniza una persona.

Mirada pesimista hacia el futuro para una historia de corte sencillo, expresiva y lírica en la forma, desengañada y reflexiva en el fondo, muy crítica respecto a la relación que el hombre mantiene con la naturaleza y muy innovadora en el momento de su publicación (1912) por lo que tiene de apocalíptico. Nueva perspectiva en realidad para un tema siempre presente en la obra del autor de «Colmillo Blanco» o «La llamada de lo salvaje».

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