
Lo peor era la melancolía de las energías desaprovechadas
Historiadora, filóloga, lexicógrafa, el nombre de María Moliner (1900-1981) está indisolublemente ligado al Diccionario de uso del español, obra que transformó el modo de entender el idioma y se convirtió muy pronto en referente tanto para estudiosos como hablantes, por su claridad y enfoque práctico al exponer las normas de uso de la lengua.
Durante más de quince años trabajó sola, en el salón de su casa, fuera del horario laboral y sin apoyo de institución alguna, en un proyecto descomunal: la creación de un diccionario que, sin perder rigor, resultara más comprensible que el de la Real Academia a la hora de solventar dudas y fuera más intuitivo en cuanto al modo de consulta. Así, con un lenguaje claro y directo, alejado de formalismos, agrupando las palabras por familias o significados, ofreciendo sinónimos, explicaciones gramaticales y recomendaciones de estilo, moldeó una herramienta de gran utilidad y enorme valor pedagógico que no ha dejado de reeditarse desde su primera publicación en 1966.
Una proeza, en palabras de García Márquez:
María Moliner hizo una proeza con muy pocos precedentes: escribió sola, en su casa, con su propia mano, el diccionario más completo, más útil, más acucioso y más divertido de la lengua castellana. Se llama Diccionario de uso del español, tiene dos tomos de casi 3000 páginas en total, que pesan tres kilos, y viene a ser, en consecuencia, más de dos veces más largo que el de la Real Academia de la Lengua, y —a mi juicio— más de dos veces mejor. María Moliner lo escribió en las horas que le dejaba libre su empleo de bibliotecaria.
Y a la vida y obra de esta mujer rinde homenaje la última novela de Andrés Neuman, Hasta que empieza a brillar, una aproximación a su historia más íntima que recorre sus años de infancia, los de estudio en la Institución Libre de Enseñanza, su etapa universitaria, su labor como bibliotecaria durante la República, su implicación en las llamadas misiones pedagógicas, los años oscuros de la guerra y el franquismo, su candidatura a la Real Academia de la Lengua…
Entrelazando realidad y ficción, Neuman ofrece una visión completísima del personaje y sugiere la posibilidad de que aquel diccionario que María empezó a redactar a la edad de cincuenta años, cuando ya parecía haber cumplido todos sus proyectos profesionales, no fuera otra cosa que una autobiografía oculta entre sus líneas. Ochenta mil entradas contextualizadas con ejemplos de su cotidianeidad, atravesadas por su experiencia y sensibilidad, que ofrecen una visión humanista de la lengua y desafían a la mismísima Real Academia, tan rígida siempre e incomprensible en ocasiones.
El poder del lenguaje como acto de resistencia, el amor a las palabras, el compromiso con la justicia y la memoria, están presentes en una historia muy bien construida, delicada en la forma de contar, honda, cercana, poética, tierna, desgarradora… Un recorrido por la historia del S.XX español de la mano de una mujer rebelde y valiente que supo adaptarse a unos tiempos terribles sin rendirse nunca a su oscuridad.