
Porque las personas mezquinas y despreciables podían tener el poder de atormentar la bondad
Publicada en 1917, Bajo tierra es una de las primeras obras de Mary Webb (1881-1927), poeta y novelista inglesa profundamente enraizada al paisaje y vida rural del condado de Shropshire donde nació y ambienta todas sus historias. En una época en que lo rural comenzaba a ser desplazado por la modernidad que traía el cambio de siglo, su literatura se mantuvo fiel a ese mundo que desparecía, mostrando en ella una Naturaleza casi mística, llena de sensibilidad y romanticismo.
Comparada tras su muerte con Thomas Hardy o Emily Brontë, admirada por autoras como Rebecca West y Virginia Woolf, alcanzó entonces el reconocimiento que nunca tuvo en vida, hasta el punto de llegar a ser definida como «genio olvidado de las letras británicas», por el primer ministro Stanley Baldwin. Un éxito póstumo que apreció la profundidad e introspección psicológica de su escritura.
Tras Precioso Veneno, la editorial Trotalibros recupera ahora Bajo tierra, drama narrado casi a modo de cuento que sigue la peripecia de Hazel Woodus, una joven que vive junto a su padre en una pequeña cabaña del bosque de Shropshire, feliz y sin preocupaciones. Enamorada de la Naturaleza y los animales salvajes, habita un mundo de leyenda, lleno de magia y supersticiones, aislada de la realidad, inocente, etérea como un hada y atada por completo a la tierra.
Pero cumplidos los dieciocho años todo se rompe. La calma en que ha vivido hasta entonces se ve de pronto trastocada por dos hombres obsesionados por su belleza: un reverendo que le ofrece educación y consuelo espiritual y un seductor, dueño de una hacienda, bien posicionado económicamente, que solo busca en ella amor carnal.
La lucha entre ambos pretendientes, los sentimientos que cada uno de ellos desata en Hazel, el desconcierto frente a una situación que astilla su ingenuidad y no comprende del todo, serán a partir de entonces el hilo argumental de una historia muy lírica en la forma de contar y muy oscura en el fondo.
Miedo, culpa, celos, deseo, crueldad… son los temas que aborda la autora en un recorrido cargado de tensión, con una protagonista atrapada en sus propias emociones y una atmósfera densa y cada vez más oscura que muestra la complejidad de las relaciones humanas y deja al descubierto la indefensión de una muchacha que anhela ser libre en un mundo que no se lo permite.
Belleza y oscuridad alternan así en delicado equilibrio hasta el desenlace de una narración atravesada de pasiones, donde el entorno natural está presente en todo momento y tiene tanto peso como el de los propios personajes.