Gallico, Paul: La señora Harris en Nueva York

 

…Por el valor de esos sueños de belleza y romanticismo de los que no desisten.

Secuela de «Flores para la señora Harris», Paul Gallico (1897-1976) continúa con esta novela, «La señora Harris en Nueva York» (Alba Editorial), el relato de las aventuras de Ada Harris, una limpiadora londinense al borde de los sesenta, ingeniosa y divertida, viuda desde hace años y con una capacidad excepcional para hacer aflorar la bondad de las personas.

Si en la primera entrega, deslumbrada por la belleza del traje que encuentra en una de las casas donde limpia y tras años de ahorro y privaciones, la protagonista viajaba de Londres a París para comprar un vestido de Dior, ahora se embarcará rumbo a Nueva York con su fiel amiga la señora Butterfield  para salvar  a un niño del maltrato a que lo somete su familia de acogida, llevarlo a Estados Unidos y reunirlo con el padre, un soldado ─creen ellas─ ignorante de la situación del pequeño. Así, acompañando a una de las familias para quien trabajan (Ada como asistenta y la señora Butterfield como cocinera) que por motivos laborales ha de trasladarse a Nueva York, da comienzo una peripecia que poco a poco se irá complicando con circunstancias imprevistas y que asoma al lector a una época (años cincuenta del S.XX) ambientada con detalle y a una sociedad con un clasismo muy marcado que, por supuesto, nuestra señora de la limpieza logrará con su magia romper en este cuento.

La idea de que cualquier cosa es posible si se pone en ello el suficiente empeño, de que la amabilidad y la bondad vencen lo imposible y el esfuerzo tiene siempre recompensa, es la que subyace bajo un relato de corte muy sencillo, cargado de buenas intenciones, de altruismo y una gran dosis de ingenuidad.

Historia optimista y luminosa, repleta de comicidad, dominada por un personaje absorbente, con una filosofía de vida muy particular, cuya fe en la generosidad y bondad del ser humano resulta conmovedora y enamora de inmediato.

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