Encrucijada

 

 El monótono sonido del teclado de la vieja underwood que hace  tanto tiempo su padre le regaló ─siempre desde entonces compañera fiel─ se detiene al fin. Durante horas, sin pausa, ha resonado en la habitación y de improviso un silencio denso y pesado invade la estancia. Tras los cristales, al otro lado del balcón, la tarde se apaga lentamente. Ha comenzado a lloviznar, la luz es cenicienta y fría y una fragancia suave a tierra mojada, primera advertencia de un otoño recién apenas estrenado, se cuela por alguna ventana entreabierta.

 A esa hora imprecisa que ni al día ni a la noche parece pertenecer, solitaria como un fantasma, repasa Victoria las páginas escritas. Metódica y concienzuda. Con extremo cuidado. Satisfecha, por fin. Aspira lentamente el aire limpio y húmedo del anochecer y sucede en ese instante que por sorpresa sus ojos se llenan de lágrimas. No sabe bien por qué llora. Nunca fue ella mujer muy dada a la ternura pero una emoción incontrolable, algo que no acierta a explicar, de pronto la ha conmovido de un modo extraño. Sólo es cansancio, piensa y, sí, tal vez tan sólo eso sea. Tal vez. Continuar leyendo «Encrucijada»

Sin rumbo

 

Lento, muy pausado, casi perezoso, el tren abandona la estación. Listos para emprender un camino que apenas intuyen pero muy largo e incierto adivinan, en sus vagones se acomodan los últimos viajeros. Espectros silenciosos sobrecogidos por el frío y la desolación de esta noche sin luna a la que de improviso se han visto arrojados, forzados por una repentina y cruel destrucción de anhelos y esperanzas que a comprender no alcanzan, con una mirada de infinita tristeza se despiden del mundo que, sin ellos, tan desamparado y helado ahora queda.

Inmóvil, detenida en el andén, una mujer algo marcada por la edad y las inclemencias del tiempo y de la vida, observa como poco a poco, en la distancia, el extraño convoy se aleja. Una vez más − imposible ya resulta saber cuántas− lo dejó pasar y quizá ahora se arrepienta. Continuar leyendo «Sin rumbo»

Septiembre

 

Melancólico y sereno, suave, tenue, casi de puntillas, regresa septiembre. Una advertencia de otoño hay en su luz, en el dorado matiz de sus colores, que sin remedio el verano resquebraja. Acortan los días, refrescan las noches. Lentas y silenciosas comienzan las hojas a caer, desnudos quedan poco a poco los árboles, cubiertas de efímera hojarasca las aceras y los parques. Perdida en el recuerdo, cual veraniega postal, la ardiente furia del sol, las tardes junto al mar, los castillos de arena, el sabor a sal…

Un ejército de nubes cenicientas, de improviso hará tronar la tempestad. Repiqueteará la lluvia en ventanas y balcones, charcos de cristal, transparentes como espejos, en las calles y un suave olor a tierra mojada en alas de un viento, tal vez cálido, tal vez destemplado y pertinaz, la ciudad suavemente envolverá. Continuar leyendo «Septiembre»

Gener, Ramón: El amor te hará inmortal

 

Mi padre murió dos veces. La primera, una mañana soleada en la que el alzhéimer nubló su mente y me olvidó. Y la segunda, tres días antes de Navidad, cuando, convertido en el Bolero de Ravel, dejó de respirar.  

Ramón Gener, director y presentador del programa de televisión This is Opera, escribió este libro tras la muerte de su padre, durante mucho tiempo enfermo de alzhéimer. Mezclando fantasía y realidad, de la mano de las tres Moiras griegas del destino, el autor emprende un viaje a través del tiempo y el espacio que le lleva a diferentes lugares y momentos de la historia de la música para mostrarnos con exquisita sensibilidad el dolor, la emoción, la desesperanza, de los grandes maestros en su peor momento: en el de enfrentarse, como él, a la pérdida y a la ausencia definitiva que es la muerte. Continuar leyendo «Gener, Ramón: El amor te hará inmortal»

Una tarde de verano

 

Desde la distancia, desde el pensamiento y la belleza, golpeados por la pena y la impotencia, invadidos por la angustia y el vacío, heladas lágrimas de cristal por los mortales lloran los ángeles del cielo. Lágrimas por una tarde de verano para siempre en mil esquirlas rota, por el futuro perdido que, tal vez, un día juntos dos corazones soñaron, por el desconcierto y el espanto a sangre y fuego grabado en los ojos de un niño, por tanta inocencia sin remedio perdida, por la tristeza profunda y el infinito desconsuelo de lo irremediable. Lágrimas que sombra, dolor y el arañazo del desamparo arrastran. Lágrimas desoladas, frágiles y desvalidas que hoy sobre la tierra vierte el cielo por tantas almas que, inmisericordes, nunca olvidan, no perdonan, a otras hieren y no aman. Continuar leyendo «Una tarde de verano»

El viaje

 

Abierta sobre la cama, todavía vacía, la maleta sonríe amenazante. El muchacho la contempla con una asfixiante sensación de vértigo en el estómago. Tanto tiempo como lleva soñando con el viaje, tantas noches en vela, tanta ilusión. Y ahora… ese miedo que a traición se le cuela entre las tripas, ese miedo que implacable martillea sus sienes. Pero no puede echarse atrás, ya no. No habrá otra oportunidad, lo sabe. Es este su momento y debe aprovecharlo. Marchar, descubrir el mundo, volar lejos muy lejos del hogar y un día, tal vez, regresar.

«¿Listo? nos vamos, prepárate», muy suave y muy bajito le reclama una voz al otro lado de la puerta. Su corazón entonces se acelera, lo siente latir sin control y una inoportuna sensación de claustrofobia lo asalta por sorpresa. Nunca le gustó la oscuridad, sólo fingía ser valiente pero no es ya tiempo de arrepentimientos ni lamentos. Resignado, muy asustado, respira hondo del modo en que ha practicado durante los últimos días, la angustia cede poco a poco, se desviste, murmura una plegaria triste y dolorida y al fin, con una pirueta digna del mejor contorsionista, se acurruca dentro de la vieja maleta y cierra los ojos. Continuar leyendo «El viaje»

Carta sin destino

 

Un ejército de hombres derrotados, de hombres sin rostro, sin sueños ni futuro, tristes autómatas en pos de una quimera imposible, recorre mis entrañas. Siento sobre mí su llanto, su herida, el grito atronador de su furia y su desgarro. Suplican ayuda. No deseo traicionarles y sin embargo…. Quisiera comprender qué me ocurre, cual fue el maléfico embrujo que, en algún momento, secuestró mi voluntad para convertirme en esta marioneta sorda e inclemente que ahora soy. Imploro con estas palabras un perdón que no merezco y a cada instante los pienso, torturado por la culpabilidad y la vergüenza que serán para siempre mi condena.

Firmado: El corazón roto de la vieja Europa. Continuar leyendo «Carta sin destino»

Puértolas, Soledad: Chicos y chicas

 

Once relatos componen el último libro de Soledad Puértolas «Chicos y Chicas». Once relatos donde la autora, con el trasfondo común de las relaciones familiares y sobre todo de pareja, atrapa a sus personajes en algún punto conflictivo de sus vidas para mostrarnos su fragilidad, sus miedos, sus sentimientos, sus contradicciones, sus incertidumbres, sus desencuentros… Todos ellos son relatos deliberadamente inconclusos que no ofrecen un desenlace al lector, que le sitúan frente a escenas o anécdotas de otras vidas, sin juicios ni explicación, como si el tiempo se hubiera detenido en ese momento.

Continuar leyendo «Puértolas, Soledad: Chicos y chicas»

Al filo de un quizás nace la esperanza

 

Sssshhh… Silencio. Dejad que duerma. No la despertéis. ¿No veis que sueña? Miedo, soledad y tristeza a las puertas del sueño a su suerte abandonados; un beso lejano en sus labios de algodón un día olvidado; un recuerdo, un suspiro, una caricia, una ilusión…; junto al suyo, el rítmico latir de un gastado corazón; una sombra del pasado -derrotada y malherida, siempre enamorada- que entre sus sueños -confiada, dulce, pícara- invisible cada noche se desliza… No, no la despertéis. De mi absurda esperanza tened compasión, dejad ─os lo ruego─ que duerma. Tal vez,  conmigo sueña. Continuar leyendo «Al filo de un quizás nace la esperanza»

Douglas Wiggin, Kate: Cortejo en la catedral

 

Publicada originalmente en el año 1893 y recuperada ahora por «D’Epoca Editorial» en una preciosa edición ilustrada por Charles E. Brock, «Cortejo en la Catedral» de Kate Douglas Wiggin es una novela corta narrada en forma de diario que, siguiendo las huellas de sus protagonistas, a través de sus anotaciones y siempre desde el punto de vista de ambos (recurso este muy original) nos lleva a recorrer los parajes más pintorescos de la Inglaterra del S.XIX de catedral en catedral.

 Una lectura diferente, amena, ligera, llena de detalles y situaciones insospechadas, incluido un pequeño homenaje a Jane Austen y su obra «Persuasión». Continuar leyendo «Douglas Wiggin, Kate: Cortejo en la catedral»