
Todo el mundo llora de vez en cuando en la penumbra de su salón.
Última antología de Ovidio Parades, «Carver y el metro de Berlín» reúne dieciocho de sus relatos. Un compendio de cuentos articulado en torno a momentos, sensaciones o pequeños instantes cotidianos que, pese a su aparente sencillez, aborda temas tan profundos como el maltrato, el acoso escolar, la enfermedad mental, el miedo a la muerte o la vejez.
Con inmensa delicadeza y gran habilidad para describir ambientes y emociones, el autor se detiene ante una cotidianeidad que lejos de dejar pasar inadvertida él sabe convertir en literatura. El efecto que en un hombre tiene una llamada intempestiva, los pensamientos de una mujer durante un trayecto en autobús, la desazón que en un turista despierta cierta escena callejera…, imágenes a modo de instantáneas que traslucen miedos, tristezas o alegrías, un fragmento de intimidad detenida.
El olor del pan, el color de una tarde de lluvia, la complicidad de una mirada, el desamparo inevitable de las últimas horas de un domingo, son los resortes que introducen de inmediato al lector en el mundo de unos personajes cuyas vidas podrían ser las nuestras, que intuimos desgraciadas o felices a partir de la pequeña escena a que el relato nos asoma (importantes silencios y elipsis) y dejan siempre un poso de melancolía.
Dolor, desconsuelo, ternura, laten en unas historias elegantes y sutiles, impregnadas de referencias literarias, musicales y cinematográficas muy reconocibles, teñidas de dulzura pese al desgarro que también existe en ellas, marcadas al fin por la sensibilidad de un autor que siempre deja en el aire más interrogantes que certezas.