
¿Dónde estás, madre?
¿Dónde estás, madre? Pregunta sin respuesta que se clava en el alma, que sangra y se enreda en un laberinto de impotencia y desconcierto.
Dos días después de la muerte de su madre, roto por la pena, el autor comienza a escribir este diario (diario en desorden, lo llama en homenaje a Ana Mª Matute) donde, saltando continuamente hacia atrás y hacia delante en el tiempo, recupera la historia de la mujer más importante de su vida, de la profunda relación que los unió, de su valentía ante la enfermedad, de la huella imborrable que en él deja su paso por el mundo.
Es este, sin duda, el libro más especial entre los de Ovidio Parades. Una memoria emocional salpicada de episodios de infancia, de historias familiares, de momentos felices o grises, donde la presencia de la madre palpita en cada línea y tiñe el recuerdo de melancolía. Un relato que desborda amor y ternura, escrito en medio de un duelo insoportable (el duelo es dolor en movimiento) que deja al hijo derrotado; frágil consuelo al que se agarra como tabla salvadora para dar sentido a unos meses cargados de miedo y extrañeza.
El peso de la ausencia, la sensación de que nada nunca volverá ya a ser lo que era, el desgarro de los últimos días de hospital (contados con delicadeza infinita), el desamparo, el desconsuelo… pero por encima de todo el amor. Un amor imperecedero que sigue vivo y latiendo fuerte en el corazón del hijo; hilo invisible que los ata más allá de la muerte, que es al fin refugio y sanación.
Íntima, sincera, conmovedora… Una historia llena de verdad y de belleza.