Aprendiz de brujo

 

Harry, Ron, Hermione… Cada noche sus amigos saltaban de las páginas del libro y se acurrucaban en su almohada. Martín vivía obsesionado por el enigma de Harry. Leía y releía su historia sin cesar, coleccionaba todo tipo de objetos relacionados con la saga y su habitación parecía sacada del mismísimo Hogwarts. Una réplica exacta de la varita del niño había sido su última adquisición, pósters de las películas llenaban las paredes y una capa gryffindor dormía desmadejada a los pies de su cama. Soñaba ser un mago famoso, vivir peligros y aventuras, lanzar conjuros y volar a lomos de una escoba.

Pero Martín no se conformaba solo con soñar. Él quería ser un mago de verdad, así que ni corto ni perezoso puso manos a la obra y empezó a estudiar las reglas de la magia. Aprendió enseguida algunos trucos sencillos que lo hicieron popular en el colegio y un día decidió fundar un club. El club Potter, lo presentó a sus compañeros, dedicado a inventar hechizos y practicar encantamientos. Por supuesto, él sería el presidente pero cualquier mago voluntarioso encontraría allí su lugar. Continuar leyendo «Aprendiz de brujo»

El fin de los tiempos

 

El fin del mundo se acercaba. Todos los informativos pregonaban la noticia. La humanidad había alcanzado su mayor momento de esplendor. La inteligencia artificial exploraba el espacio, daba respuesta a problemas insolubles y era punto de inflexión tecnológico. Sin embargo… Muy pronto solo quedaría un negro abismo de nada.

Un error de cálculo era la causa. Un fallo en las complejas ecuaciones de un experimento afectó al tejido mismo de la realidad. Las leyes de la Física se tornaron inestables, el desequilibrio creció sin tregua y la existencia alteró su naturaleza.

Los primeros signos del fin aparecieron despacio. Los fenómenos naturales devinieron caóticos: tormentas, terremotos, volcanes… Y pronto la urdimbre del planeta comenzó a desmoronarse. Las leyes de la Ciencia no servían. La gravedad fluctuaba, el tiempo se distorsionaba y todo era caos y anarquía. El mundo conocido se desvanecía.

A medida que el momento se acercaba, el ser humano tomó conciencia de su destino. Lejos de la desesperación, se armó de valor para celebrar entonces la vida y el amor compartido. Unidos en silencio, los hombres miraron al Cielo. Última esperanza, eterno consuelo. Continuar leyendo «El fin de los tiempos»

Hodgson Burnett, Frances: La casa del señor de Coombe

 

Los sueños son las únicas cosas verdaderas, lo demás no son más que figuraciones

Publicada en 1922, El señor de la casa de Coombe es junto con Robin (secuela de esta) la última novela de Frances Hodgson Burnett (1849-1924), autora recordada especialmente por clásicos juveniles como El pequeño LordLa princesita o El jardín secreto, cuya obra sin embargo es mucho más extensa (fue una autora tremendamente prolífica), aunque en la actualidad también muy desconocida.

El señor de la casa de Coombe nos adentra en el Londres de finales del siglo XIX y principios del XX, justo antes del comienzo de la I Guerra Mundial, para mostrar a través de la historia de Robin una sociedad en proceso de cambio a punto de experimentar una transformación absoluta de paradigma. Continuar leyendo «Hodgson Burnett, Frances: La casa del señor de Coombe»

Ginzburg, Natalia: Léxico familiar

 

Las poesías eran así: sencillas, hechas con nada, hechas con las cosas que se veían

Solo he escrito lo que recordaba. Por eso, quien intente leerlo como si fuera una crónica encontrará grandes lagunas. Y es que este libro, aunque haya sido extraído de la realidad, debe leerse como se lee una novela. Con esta advertencia, la autora, consciente de las trampas de la memoria y el poder de la nostalgia, avisa al lector en la nota previa a su texto de lo que hallará en sus líneas: una  selección de momentos y episodios tal y como ella los recuerda. Una memoria familiar que plasma un ambiente, un universo de relaciones peculiar, un mundo que ella captura de manera magistral.

Publicado en 1963, Léxico familiar es el relato autobiográfico que Natalia Ginzburg (1916-1991) hace de su infancia y juventud en la Italia de principios del S. XX. Años previos al estallido de la Segunda Guerra Mundial, donde el fascismo comenzaba a imponer sus postulados y dejaba entrever lo que a punto estaba de ocurrir. Continuar leyendo «Ginzburg, Natalia: Léxico familiar»

Leyendas familiares

 

Esas alas servían para volar, ¿verdad, mamá?, para explorar el país de las hadas y viajar lejos, muy, muy lejos, ¿a qué sí? pero mira… ahora están rotas y tan viejas…  no funcionarán. ¡Qué pena….! ¡Ay, mami! ¡Arréglalas! ¡Por favor, arréglalas! Lo prometiste. Prometiste que un día me llevarías, que abordaríamos juntas un barco pirata y jugaríamos con los amigos de aquel niño sin sombra, ¿no te acuerdas? Nos estará esperando, dijo que lo haría. Sobre una estrella… ¿cómo era? la primera o segunda de la mañana. Seguro que echa de menos tus cuentos. Le gustaban tanto… ¡Y tiene que devolverte el dedal! Continuar leyendo «Leyendas familiares»

Dentro de un fractal

 

En los confines del mundo, más allá de toda lógica o razón, crecía el bosque fractal. La exactitud geométrica de sus árboles era asombrosa. Calcaban patrones idénticos y a fuerza de repetir su infinita secuencia parecían querer fundirse con el cielo, alcanzar quizá la línea invisible que marcaba al horizonte su final.

Muchas leyendas hablaban de la magia del lugar, del poder que habitaba entre sus sombras, de un misterio insondable que nadie nunca pudo desvelar. Continuar leyendo «Dentro de un fractal»

Inmortal

 

Regresó al sarcófago con desgana. Odiaba hacerlo pero el alba despuntaba y ya era tiempo. Sus huesos crujieron al acomodarse en la cripta y una lágrima rodó por su mejilla. Las vidas arruinadas le pesaban, el remordimiento ardía en su conciencia y se notaba tan cansado… Tan harto del polvo de los siglos, de la oscuridad y del silencio, del precio en sangre que exigía su leyenda. ¡Si pudiera envejecer como un hombre normal! ¡Si en mi alma hallara un pellizco de valor!, suplicaba a la noche con tristeza. Un rayo de sol, tan solo un rayo bastaría, pero… Continuar leyendo «Inmortal»

Casero, Elena: Las dos Adelaidas

 

Porque la felicidad es como un rayo de sol entre la bruma

Dos fotografías separadas por un abismo de tiempo y desencanto, reflejo de una mujer al comienzo y final de su vida, son el punto de partida de una historia en torno a la memoria, al pasado individual y colectivo, a la complejidad de las relaciones familiares, el miedo a la soledad, a la vejez, a la enfermedad… Esas dos fotografías disparan los recuerdos de la hija que muchos años después las contempla ensimismada y la deciden a contar la vida que esconden. Continuar leyendo «Casero, Elena: Las dos Adelaidas»

Villa Felicidad

 

El cumpleaños del alcalde se acercaba. Era el evento más esperado del año y los habitantes del pueblo preparaban sus mejores galas. Siempre con una sonrisa en el rostro, el señor Gómez era conocido por ser la persona más feliz de la villa. Su alegría era contagiosa y la transmitía sin esfuerzo a quien quisiera compartir con él un momento apenas de conversación.

«La felicidad no es un estado de ánimo ─repetía con insistencia en sus discursos─, es una forma de vida, una elección sobre el modo de encarar los más arduos desafíos de este mundo. ¡Claro que todos tenemos tristezas! ─continuaba ante la mirada atónita de sus vecinos─ ¡Por supuesto! Pero no hemos de dejar que las amarguras nos definan. ¡Elijamos las pequeñas maravillas que atraviesan cada día!». Continuar leyendo «Villa Felicidad»

Deakin, Roger: Diarios del bosque

 

Los árboles chispeaban con encajes de escarcha

«Entrar en un bosque es acceder a un mundo distinto en el cual nos transformamos», dice Roger Deakin (1943-2006) en la introducción a un texto que es puro amor a la Naturaleza. En 1969, el autor compró una casa en Suffolk construida con madera de roble y castaño unos veinte años antes de que Shakespeare naciera. Él mismo se encargó de restaurarla, allí vivió hasta su muerte y de esa experiencia y de su relación con los árboles nace esta obra.  Continuar leyendo «Deakin, Roger: Diarios del bosque»